Guardianes de la selva de Dziuché

Por: CCMSS

Un grupo de hombres y mujeres de la comunidad de Dziuché tienen la responsabilidad de vigilar y proteger la selva frente a los talamontes, los cazadores y los incendios provocados cada vez más por las altas temperaturas y los periodos prolongados de sequía.

El ejido Dziuché, ubicado en el municipio de José María Morelos, Quintana Roo, posee más de 28 mil hectáreas de tierras y cuenta con una vasta riqueza natural y cultural.

Mediante acuerdo de la Asamblea ejidal se conformó en 2024 una brigada forestal para realizar labores de mantenimiento, limpieza y vigilancia del monte. El colectivo está integrado por ocho personas habitantes del ejido, entre ejidatarios, hijos de ejidatarios y pobladores, quienes son de distintas edades. Lo cual, lejos de ser una complicación, ha permitido reunir distintos puntos de vista y aportar experiencia en los trabajos que realizan.

“Las labores de la brigada están planificadas y se organizan en un calendario en el que ya sabemos qué nos toca hacer cada día”, refiere Brayan Chablé, el más joven integrante del colectivo, “unas veces hay que hacer recorridos en una zona del ejido, otras veces preparar y colocar letreros y señales. Otras veces hay que hacer limpieza en la zona de la laguna de Chichankanab o realizar trabajos de poda y apertura de brechas”.

Integrantes de la brigada forestal del ejido Dziuché en las instalaciones del aserradero ejidal.

Para el padre de Brayan, Roberto Chablé también integrante del grupo, es muy gustoso poder trabajar y pasar tiempo con su hijo. A ambos les gusta estar en el monte e ir a disfrutar de la laguna. Comparte que “desde que mis hijos eran chicos me gustó inculcarles el gusto por la naturaleza y hacerles ver que debemos cuidar nuestra tierra y preservar nuestras tradiciones y por eso me gusta que ahora podamos trabajar juntos en esto”.

Asimismo, el colectivo realiza rondines de vigilancia en toda el área ejidal, y aunque no es fácil vigilar las 28 mil hectáreas de tierras, tienen rutas de monitoreo para detectar cualquier ilícito y tomar medidas. También ejecuta labores de concientización entre los pobladores y visitantes para que respeten y cuiden del lugar.

Guadalupe Pisté, es la única mujer del colectivo y experta en las tareas del manejo de la selva, quien conoce todo el proceso para aprovechar la madera y procesarla. Para ella: “formar parte de la brigada forestal es un reto y un orgullo porque las labores que hacemos son para cuidar nuestro territorio, nuestra casa. Esto es de todos nosotros y es muy importante que lo cuidemos”.

Aunque admite que: “me gustaría que más adelante hubiera otras compañeras que también se integren a estas actividades, que se sigan abriendo oportunidades y espacios para la participación de las mujeres y de los jóvenes, porque en algunos espacios aún están cerradas las oportunidades para las mujeres”.

Su participación en el grupo les permite realizar otras actividades productivas, muchos siembran su milpa y otros cultivos, también tienen algunos animales como gallinas, pavos, becerros y borregos. “Nos dedicamos a varias cosas para poder completar los ingresos para la familia”, subraya Roberto Chablé.

Guadalupe, integrante de la brigada forestal del Ejido Dziuché.

La brigada forestal es una muestra de los beneficios que genera darle oportunidades de participación a mujeres y jóvenes, ya que les permite ocuparse en su territorio, fortalecer sus capacidades para el beneficio de su propio pueblo. Como menciona Deiby Baltazar, joven integrante: “Es un buen proyecto porque es para beneficio de todo el ejido y nos da oportunidad para obtener un ingreso sin tener que salir a buscar otro trabajo”.

Actuar rápido para contener

Sin duda, una de las tareas más difíciles, explica Wilbert Gutiérrez integrante del colectivo, son las labores de mantenimiento del monte, como la apertura de brechas cortafuego y la delimitación de las mensuras del ejido. No obstante, presume, son tareas que le encanta realizar porque colabora con sus amigos y vecinos.

Apunta que “desde niños nos conocemos con otros compañeros de la brigada, ya sabemos cómo hacer las cosas, las decisiones las tomamos en conjunto. Le decimos a los otros compañeros lo que queremos hacer y entre todos nos organizamos. En lo que llevamos de tiempo en la brigada, creo que hemos realizado un buen trabajo”.

Ante la alta incidencia de incendios, el colectivo asumió un papel central en las labores de vigilancia y contención, demostrando el compromiso de la comunidad con la protección de su territorio.

Por su parte, Deiby explica que “en cuanto identificamos que hay lumbre en el monte nos tenemos que movilizar, avisamos en el pueblo para pedir ayuda y a las autoridades. Muchas veces, los incendios se contienen rápido porque actuamos de forma rápida, pero a veces el viento aviva las llamas y se dificulta más el trabajo”.

La Laguna Chichankanab fue designada en 2004 como un humedal de importancia internacional bajo el Convenio de Ramsar

Los integrantes de la brigada forestal de Dziuché explican que el aumento de los incendios se debe al cambio climático que prolonga la temporada de secas y aumenta la ocurrencia de huracanes. Por esto, resaltan es muy importante que el monte tenga un buen manejo. Se extraigan los árboles muertos. Se abran y den mantenimiento a las brechas cortafuego y a los caminos para poder acudir a las zonas que pudieran incendiarse. Comparte Wilbert “nos encargamos de cuidar el territorio que es de todos y esperamos que este equipo pueda crecer el año próximo para realizar más actividades y tener un mejor lugar para vivir”.